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LEO VICENT

Leo Vicent es artista plástico, ilustrador, escritor, conferenciante, viajero, caballero de fortuna, discípulo aceptado de la más antigua escuela de artes marciales tradicionales de Japón, Katori Shinto Ryu.

Director, redactor y presentador del podcast HORIZONTES PERDIDOS .

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LA PINTURA

El ojo goza cuando una cosa análoga a su naturaleza le es obsequiada desde el exterior. Los leones, animales sabios por dictado de Dios, me dijo el forjador de Fez; abren sus ojos en la noche mientras duermen.
La pupila, aquella que aprende, que crece en silencio, misterio de misterios, concentra fuerza acentuando la luz de la visión. El color blanco dispersa la captación del ojo y debilita su luz. Al mirar de una manera prolongada un objeto blanco y brillante la luz que hay en el ojo se debilita, igual que el débil frente al más fuerte. Es por eso que debemos evitar mirar el cielo a mediodía. Toda verdadera iluminación comienza de noche.
¿ Como no pensar de nuevo en Tanizaki y su " Elogio de la sombra"?
En el estudio entra muy poca luz natural, filtrada por una esterilla japonesa. Hay que tener cuidado con el exceso de luz, afirmaba Rothko, y contaba la emoción que le produjo entrar en la velada iglesia de Santa María del Popolo en Roma y adentrarse en la sombra para contemplar asombrado como resplandecían en ella El martirio de San Pablo y La Conversión de Saulo de Caravaggio. El silencio, la penumbra, el recogimiento...
La láctea bruma del recuerdo
La nube de los orígenes
Todo ruidos, la sombra. 

EL ROCÍO DEL QUINTO MES

LA SERIE

El rocío tiene su momento mas excelso en los comienzos de la Primavera. Explota en el quinto mes. Para la agricultura, su importancia radica en lo gradual de su baño y en que atempera el calentamiento diurno. En forma de sereno aminora el enfriamiento nocturno.
Entre los hombres de la fragua de Fez el rocío era empleado como medicina mezclado con miel, para curar enfermedades de los ojos, como si, por magia simpática, sus gotas viajaran acompañadas de cierto grado de clarividencia y al absorberla el paciente pudiera despegar los párpados a la luz. Atribuían a las luciérnagas, conocedoras del fuego frío de la luna, el depósito de dichas gotas sobre las hojas de las acacias. Las hembras volarían siguiendo las líneas de rayos lunares hasta que en un gesto tan hermoso como invisible tocarían con sus vientres azules el lugar en que, al amanecer, aparecerían las milagrosas lágrimas.
Por eso eran las mujeres de la Medina, mediante espejos, quienes recogían el rocío y preparaban las pócimas. Los otros viajes.
Los antiguos bardos de Irlanda, los indios de las praderas, los derviches, los hebreos y los alquimistas ejercitaban poco antes del amanecer su atenta mirada en la contemplación del rocío. Buscaban el mejor punto para verlo, aguardaban hasta que el lucero del alba, Venus, destellando en el cielo enviaba sus delicados rayos a las corolas y las hojas y, en lento descenso, el aire descubría su redonda y brillante humedad, momento exacto en el cual recogían el rocío medicinal, don de la inmortalidad, remedio y
panacea.
Leiko Wu, la reina pirata de la bahía Bo Hai, la de los zarcillos de plata, maestra del Tao, me contó que en en la ciudad perdida de Kun Lun, crecía un árbol de rocío dulce al que se dirigían los inmortales para buscar sombra, alegría y alimento. Estos personajes de melocotón y vara de bambú suelen vivir del aire y de esa mínima gota a la que atribuyen las mismas cualidades que al jade o a las perlas. Puesto que el embrión humano se forma en nueve lunas, o según cómputos chinos en algunas más, todo aquello que responde a la luz de la noche posee la capacidad de regenerarse; la cola de la lagartija, las vetas del jade vivo, las estrellas de mar, o la melancólica música de la luna dentro de las perlas, razón por la cual, revelado el secreto de las ostras, los maestros sacan partido del sufrimiento, enseñanza del corte, la herida y el dolor.
Un guía florentino, gran bebedor de cerveza Morelli, contaba a los píes del Campanille que la palabra que la Biblia emplea para rocío es "Tal". Leída al revés en un ejercicio tan de gematría como de niños, es "Lat", que a su vez significa "magia", "sortilegio"
Escribo y se me hace la boca agua. 

lluvias

¿ Cuantas botas hay que ponerse y quitarse en la puerta? ¿ Cuantas maletas, bolsos de mano y carteras hay que hacer y deshacer ?

¿ Cuanto paisaje, cuanta orografía y sueño? ¿ Cuanta canción para como los aborígenes australianos hacer camino ? Practico la alternativa nómada para conocer las distintas inclinaciones de las lluvias. Medir los grados, utilizar la plomada.
Es mi divisa. Mi neurosis. Mi trampa sagrada...
No huyo de nada, no os equivoquéis, voy al encuentro del adversario.
Los antiguos calígrafos persas diluían el añil en aguas de distintas lluvias llegando a clasificar doce o trece tonalidades de azul según fuera la hora de recogida y el tiempo de sedimentación del agua. Muchos acuarelistas hablan de la diferencia de mezclar colores con agua de la "de arriba "o de la "de abajo"
Parece que, al igual que el agua destilada, el agua de lluvia se evapora más rápido. Añora su casa celeste, lo que fue. Se derrama y no acaba de tocar el papel o la tela se escapa. Tiene en cierto modo más calor y más luz. Solo se atreve a atraparla la piedra del umbral, y al hacerlo se cubre de suave vello adolescente, de verde arborescencia, de visión y significado. Entonces, en el jardín se da la magia. 

FIGURACIÓN Y ABSTRACCIÓN

La figuración solo existe para servir la inexorable ley del péndulo y unas veces tenderá a la disgregación y otras a la encarnación, para que el pincel, en definitiva, encare tan solo la pintura.
Cierto pintor dijo: " A veces lo veo y entonces lo pinto. Otras lo pinto y, solo entonces, lo veo." 

Pinto lo que quiero, cuando quiero y como quiero. No mandan sobre mi ni las modas, ni los marchantes ni la gran furcia que es el mercado.

No pinto para ti, casi con certeza. Pinto para los hijos de tus hijos.